Corto Maltese - Mu la città perduta

2023-02-26

by: Instant / lang: Italian , Spanish

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La novela gráfica “Mu, la ciudad perdida” fue concebida por Hugo Pratt como el último episodio de las aventuras de Corto Maltés. Aparecida por primera vez en 1992, fue reeditada por Rizzoli Lizard en 2021.

A lo largo de su tortuosa trama, el libro vuelve a poner en escena los personajes más conocidos de la saga (Rasputín, Boca Dorada, Soledad, Tristán Bantam, Leví Columbia, el académico Jeremías Steiner), reunidos una vez más en esta última aventura sembrada de enigmas y símbolos de difícil interpretación. Saliendo en busca de un continente perdido, Corto emprende un laberíntico viaje marcadamente introspectivo, durante el que tendrá que poner en tela de juicio los fundamentos mismos de nuestra realidad racional y eurocéntrica.

Ya desde la primera página la atmósfera del libro resulta surreal. De hecho, la historia comienza con una visionaria conversación entre las figuras de una pintura Maya sumergida en las profundidades del océano, frente a las que la imagen de Corto hace su primera aparición detrás del cristal de un casco de buzo. Flotando entre peces y restos arqueológicos, el personaje aparece desde el principio insertado dentro de un hábitat y de un tiempo histórico a él ajenos, lo que permite al autor introducir el tema de la otredad, que será una constante de toda la obra.

El acontecimiento que da inicio a las aventuras se hace eco de antiguos conflictos entres europeos y pueblos precolombinos. La tribu indígena de los Siboney confunde a Soledad con el Dios Kukulcán y la rapta para asegurarse la continuidad de una estirpe perdida de hombres blancos con los ojos azules. Al mismo tiempo, un grupo de piratas, expertos destiladores de ron, cultivadores de marihuana y amantes de la música clásica, planea un asalto a la Colombia, que, sin embargo, Boca Dorada conseguirá impedir hipnotizando al jefe de la pandilla.

La mezcla de personajes y culturas a medio camino entre historia real y ficción se enriquece aún más cuando, una vez llegados a tierra firme, los miembros de la tripulación se topan con un hidroavión precipitado en medio de la jungla, a bordo del cual se encuentra Tracy Eberhard, es decir, una amiga de la aviadora norteamericana Amelia Earhart, la primera mujer en haber cruzado en solitario el Atlántico en 1932, antes de desaparecer misteriosamente en el Pacífico cinco años más tarde.

Después del descubrimiento de un antiguo templo Maya, que se revelará la puerta de acceso a la ciudad de Aztla, empieza para el protagonista una larga serie de peripecias que le llevarán a adentrarse en un complicado enredo de dimensiones oníricas y remotas, perdidas en los abismos evanescentes de épocas y mundos desaparecidos hace mucho tiempo.

Una vez dentro del templo, Corto tendrá que enfrentarse a los Hombres Escorpiones, lidiar con arenas movedizas y con caimanes. Sucesivamente, encontrará al fraile Brendan de Kerry, el último descendiente de San Brandano, abad irlandés del siglo VI. El fraile le explicará que para poder reunirse con Soledad tendrá que cruzar el Laberinto Armónico, eso es, un lugar en el que resuenan las vibraciones sonoras de los siglos pasados, auténtico emblema de un tiempo circular e inextinguible. Para conseguir atravesar los pliegues espacio-temporales del laberinto, Corto se verá obligado a luchar con su misma sombra. Valiéndose del poder alucinógenos de unos hongos mágicos, el personaje penetrará los más obscuros entresijos de su propio ser, despojándose de todas sus certezas racionales y accediendo a un nivel de consciencia profundo que implica el olvido de sí.

Después de que por fin consigue salirse del Laberinto Armónico, Corto llega a uno de los lugares más enigmáticos del mundo: la Isla de Pascua. Ante las célebres e indescifrables figuras de piedra, por fin encuentra la entrada al mundo perdido, donde descubre que Soledad ya se ha casado con el príncipe Hugues. Sorprendentemente, la mujer se muestra feliz de la tarea para la que ha sido elegida y orgullosa de tener la posibilidad de contribuir a la propagación de una estirpe perdida. La mujer que supuestamente iba a tener que ser salvada se revela, de esta forma, perfectamente integrada al pueblo de sus secuestradore, lo que saca a la luz el carácter relativo de los valores morales que están en el origen de la mayoría de los conflictos entre pueblos.

Llegados a este punto, podría parecer que la aventura haya llegado a su final feliz. Sin embargo, la historia no se acaba, sino que se prolonga de manera arrolladora, casi como si una resolución clara, capaz de establecer un final definitivo, no encajara con este universo hecho de voraginosos mundos paralelos y no excluyentes.

Continuando su viaje, Corto consigue llegar hasta Aztla. En la ciudad, ubicada bajo un volcán inactivo en la isla de Quetzal, gobierna la reina Anti junto con sus hermosas amazonas. Se descubre que este pueblo de mujeres guerreras está convencido de que Tracy es la rencarnación de la diosa Colibrí, y por lo tanto la tiene secuestrada creyendo que tan solo su intervención le permitirá liberar su ciudad del asedio de los Hombres Araña. Una vez más, son los malentendidos y las lecturas contrastantes de la realidad el verdadero motor de las aventuras.

Tras la definitiva derrota de los Hombres Araña gracias a la intervención de Tracy, el encadenarse aparentemente infinito de los acontecimientos es interrumpido de manera abrupta por la erupción del volcán. La explosión lo pulveriza todo: nombres, ciudades, pueblos, mundos y conflictos. Del largo viaje de Corto no queda nada más que una nube oscura, etérea, que parece insinuar que todo lo vivido hasta ese momento no haya sido más que un sueño o una alucinación.

Unos días después de la explosión, Corto arriba a una pequeña isla donde reencuentra a Leví Columbia. Se diría que la historia se ha terminado. No obstante, más que una conclusión, la última página del libro parece una simple interrupción, una pausa antes de un nuevo arranque. De hecho, aunque la búsqueda de una nueva vía de acceso a la ciudad de Mu momentáneamente se ha detenido, la sed de conocimiento aún no se ha agotado, y, tal y como afirma Corto: «Quizás habría que volver a empezar. Quizás…».

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The graphic novel “Mu, the lost continent” was conceived by Hugo Pratt as the Corto Maltese’s last adventure. It was first published in 1992, while its latest English edition dates from 2020 by IDW Publishing.

Throughout its twisted plot, the book brings once again to the scene the major characters of the long-running saga (Rasputin, Gold Mouth, Soledad, Tristan Bantam, Levi Colombia, Professor Steiner) for one last adventure full of mystery and arcane symbols. Setting out in search of a lost continent, Corto embarks on an introspective journey, during which he will have to question the very foundations of his rational and Eurocentric mindset.

From page one the atmosphere is already surreal. Indeed, the story opens at the bottom of the sea, where a bizarre conversation between some painted figures of a sunken Mayan mural is taking place. Suddenly, Corto’s face appears behind the glass of a diving helmet. Placing from the very beginning the protagonist in a habitat and in a historical time that are foreign to him  ̶ floating among fished and archaeological remains ̶  the author introduces the topic of alterity, which will be a constant throughout the entire story.

The incident that kick-starts the adventure echoes ancient conflicts between Europeans and pre-Columbian people. The indigenous Ciboney mistake Soledad for the God Kukulkan, so that they kidnap her in order to ensure the continuity of a lost lineage of white people with blue eyes. Meanwhile, an odd band of pirates, who love classical music, distilling rum and growing marijuana, is planning an assault on the vessel Columbia. However, Gold Mouth manages to foil their plan hypnotizing their leader.

This jumble of characters and disparate cultures is further enriched when the crew members run into a hydroplane which has just crashed in the middle of the jungle. They soon find out that it belongs to Tracy Eberhard, a friend of the American aviator Amelia Eathart, who was the first woman to fly the Atlantic solo in 1932, before mysteriously disappearing in the Pacific five years later.

Right after, they discover an ancient Mayan temple, which will turn out to be the gateway to the city of Aztla. From this moment on, Corto will have to face a great number of challenges which will force him to explore a variety of remote parallel dimensions, belonging to bygone eras. Once inside the temple, he will cope with Scorpio Men, quicksand and caimans. Later on, he will meet the friar Bendan of Kerry, namely, the last descendant of the Irish abbot Saint Brendan. The friar explains to him that he will manage to find Soledad only after crossing the Harmonic Labyrinth, that is to say, a place where sound vibrations from past centuries still resonate. In order to pass through the space-time folds of the labyrinth, Corto will have to fight with his own shadow, and to do so, he will take some magic mushrooms which will enable him to get rid of all his rational beliefs and reach a higher level of consciousness.

After passing the tests of the Harmonic Labyrinth, Corto reaches one of the most enigmatic places on earth: Easter Island. In the presence of the iconic and indecipherable stone figures, he finally discovers the entrance to the lost continent. Here, he finds out that Soledad has already got married with Prince Hugues, and that she’s proud to contribute to the perpetuation of a lost lineage. Thereby, the woman who was supposed to need to be saved, surprisingly turns out to be fully integrated into the people of her kidnappers, shedding light on the relative nature of the moral values which underlie many conflicts between people.

At this point, it might seem that the story came to its happy ending. Nevertheless, the adventure keeps on overwhelmingly, as if a clean-cut end couldn’t fit this whirling universe made up of many different parallel and not-excluding worlds.

Continuing his journey, Corto gets to Aztla, which is located under the ground of Quetzal Island, at the base of an extinct volcano. The city is ruled by the Queen Anti and her beautiful female warriors, who are convinced that Tracy is the reincarnation of the Hummingbird Goddess. Since they think that the girl is the only one who can free their city from the siege of the Spider Men, they hold her prisoner. Once again, misunderstandings and contrasting interpretations of reality prove to be the real driving force of adventures.

After the final defeat of the Spider Men, the seemingly endless progression of events is abruptly interrupted by the eruption of the volcano. The explosion pulverizes everything: names, cities, civilizations, worlds and conflicts. All that’s left of Corto’s journey is an ethereal dark cloud, which seems to suggest that everything that has happened until this moment was nothing but a dream or an hallucination.

A few days later, Corto lands on an islet where he meets again Levi Colombia. Apparently, the adventure is really over. Although, the final page looks like a mere interruption, rather than a real conclusion. Indeed, even if the searching for a new gateway to the lost continent has been temporarily suspended, the thirst of knowledge is not yet extinguished, and, as Corto says: «Maybe, we should start over. Maybe…».

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